Lucas 19:28-44
El Evangelio para este domingo es oportuno debido a que, nos ubica en el contexto de la Semana Santa, la cual, da inicio con El Domingo de Ramos
Lucas nos presenta un relato muy interesante acerca de la entrada de Jesús a Jerusalén y en el cual, encontramos algunas diferencias con las narraciones en los Evangelios de Mateo y de Juan.
Podemos observar que este episodio sucede al final del ministerio de Jesús. Así mismo, que el propósito de evangelista Lucas es afirmar que Jesús es el Mesías, un Rey diferente a los demás reyes de la tierra.
Lucas nos muestra a un Rey que sabía que iba camino a la muerte y resalta con este acto, su amor, entrega y compromiso.
Un Rey que es aclamado como tal por el pueblo humilde quien reconocía los milagros que había realizado entre ellos. Ante la crisis social que vivían, no hay duda que veían a Jesús con la esperanza de poder solucionar su situación.
Es un Rey que cabalga no sobre un caballo sino sobre un burro como muestra de humildad. La gente tiende en el suelo sus ropas como dice la traducción “Dios Habla Hoy” y no ramas. Posiblemente Lucas quiere evitar una interpretación politiquera de este acto ya que con ramas se acostumbraba recibir a los líderes políticos de ese tiempo. De esta manera quiere evitar que la entrada de Jesús a Jerusalén, se vea como una amenaza. Además, según Lucas, quienes gritan diciendo "bendito", no 'Hosanna" que es otro término usado en actos políticos, son los discípulos y no la multitud.
Los fariseos molestos por esta manifestación que solo le correspondía al Mesías, y celosos de su deber de cuidar la tradición, le piden a Jesús que calle a sus discípulos. Pero cómo podía Jesús ir en contra de los planes de Dios, quien era el mismo, que había permitido que los ángeles cantarán en el momento de su nacimiento "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz para las personas de buena voluntad". (Lc. 2:14). Finalmente, Lucas nos presenta un Rey decepcionado y triste que llora al ver las condiciones de su pueblo y anuncia una profecía de juicio. " Si supieras ... van a venir para ti días malos ... te destruirán por completo..." (Lc.41-45), tal como efectivamente sucedió años más tarde.
En este Domingo de "ropas" o "mantos", nosotros los discípulos, la Iglesia de Jesús, tal como lo rescatamos del Evangelio de Lucas, deberíamos reconocer y testificar que Jesús es Rey, que es el Mesías y además proclamar con fuerza "Bendito el que viene en el nombre del Señor".
Para concluir esta breve reflexión podemos afirmar que, solamente si estamos dispuestos a asumir la misma dimensión del amor, la entrega, el compromiso y la humildad de Jesús, es posible ser sus discípulos. Así como los dos discípulos que fueron enviados a buscar el asno y los dueños del animal, estuvieron dispuestos a servir al Señor, nosotros también debemos asumir el servicio con esa misma disposición. Cuando hemos permanecido callados las "piedras" han hablado por nosotros. Tal como ha sucedido en el caso de la defensa de la creación y de los derechos humanos. El proyecto salvífico de Dios no puede ser acallado y es por eso, que la decepción, el llanto y la profecía de juicio de Jesús sigue estando vigente ante tanta injusticia, pobreza, violencia e indiferencia.
¡Manos a la obra!
Rvdo. Uriel Ramírez - Pastor Iglesia El Buen Pastor-Guarenas
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