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El Tiempo de Dios es Perfecto

Foto del escritor: sinodoipvsinodoipv

(Luc. 4: 21-30)

 

 

El texto que nos ocupa esta semana es la continuación del que estudiamos la semana anterior. Jesús se encuentra en un lugar estratégico. La sinagoga de los judíos y acababa de leer la profecía de Isaías con una data de más de 700 años. Y el pueblo alegre daba buen testimonio de él y de sus maravillosas palabras. Hasta que algunos le reconocen y hacen la pregunta: ¿no es este el hijo de José­? A lo que pudiéramos inferir que otros dijeran: “Es uno de nosotros, es nuestro paisano o que también algunos otros se decepcionaran por ser “el hijo del carpintero.”

Lo importante acá es que el Maestro ya conocía la intención del corazón de los presentes y se les adelanta a responder antes que ellos le propusieran que hiciera de nuevo los milagros que había hecho en Capernaum. Y responde que no existe profeta sin honra, sino en su propia gente, entre los suyos. En otras palabras, les quiso decir que lo que mueve la mano de Dios para obrar a favor del ser humano es la fe. Y esta a la vez va alineada a la voluntad y tiempo perfecto del Dios de la Vida.

Con los ejemplos de Elías y la viuda les indica que Dios no hace acepción de personas como ellos lo hacían. Y que Él hace como quiere, cuando quiere y con quien quiere. Solo se necesita un corazón humilde que esté dispuesto a aceptar la voluntad de Dios, así la respuesta vaya en contra de la petición o necesidad que le presentamos. Porque debemos estar conscientes que en muchos casos la respuesta del Señor es NO. Y nosotros en muchas oportunidades seguimos pidiendo como aquellos del texto, cuando el Señor ya dijo que NO. Todo lo anterior causó una gran molestia en los presentes que hasta intentaron asesinarlo, “…pero aún no era su hora…”

La expresión muy repetida actualmente: EL TIEMPO DE DIOS ES PERFECTO, encierra una gran verdad: Dios es soberano, sabe lo que en realidad necesitamos. Y responderá según su voluntad y en el tiempo más conveniente para sus hijos(as).  Así que, no nos desesperemos y sigamos confiando y esperando en ÉL.

“No es del que quiere ni del que corre, sino del que Dios tiene misericordia…”

Romanos 9:16

 




 

 

Rev. Carlos Blanco

IG “El Buen Pastor” Guatire.

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