Hoy el Evangelio de Marcos 1:29-39 nos narra una especie de 24 horas de Jesús:
1- Jesús restaura la vida para el servicio. Después de participar en la celebración del sábado en la sinagoga, Jesús entra en casa de Pedro y sana a la suegra de éste. La sanación hace que la mujer se ponga de pie y atienda a los demás. Una vez recuperadas la salud y la dignidad, empieza a servir a las personas. Jesús no solamente sana a la persona, sino que sana para que la persona se ponga al servicio de la vida.
2- Jesús acoge a los marginados. Al caer de la tarde, terminado el sábado en la hora en que aparece la primera estrella en el cielo, Jesús acoge y sana a los enfermos y a los endemoniados que la gente le trae. Los enfermos y los endemoniados eran las personas más marginadas en aquella época. No sabían a quién acudir. Estaban a la merced de la caridad pública. Además de esto, la religión los consideraba impuros. No podían participar en la comunidad. Era como si Dios los rechazara y excluyera. Jesús los acoge, y en esto consiste la Buena Nueva de Dios y lo que quiere alcanzar en la vida de la gente: acoger a los marginados y a los excluidos, y reintegrarlos en la convivencia de la comunidad.
3- Permanecer unido al Padre por la oración. Jesús aparece orando y hace un esfuerzo muy grande para tener el tiempo y el ambiente apropiado para orar. Se levanta antes que los otros, para poder estar a solas con Dios. Muchas veces, los evangelios, nos hablan de la oración de Jesús en silencio y es a través de la oración, que él mantiene viva en sí la conciencia de su misión.
Mantener viva la conciencia de la misión y no encerrarse en el resultado obtenido. Jesús se volvió conocido. Todos iban detrás de él. Esta popularidad gustó a los discípulos. Fueron a buscar a Jesús para llevarlo de nuevo junto con la gente que lo buscaba, y le dicen: Todos te buscan. Pensaban que Jesús iba a participar en el banquete. ¡Se engañaban! Jesús no acudió y dijo: Vamos para otros lugares. ¡He salido para esto precisamente! Seguramente se extrañaron. Jesús no era como se lo imaginaban. Tenía una conciencia mucho más clara de su misión y quería transmitirla a los discípulos. No quiere que se encierren en el resultado ya obtenido. No deben mirar atrás. Al igual que Jesús, deben mantener bien viva la conciencia de su misión. Es la misión recibida del Padre la que debe orientarlos en la toma de decisiones.
Conclusión:
• Jesús no ha venido para ser servido, sino para servir. La suegra de Pedro empieza a servir. Yo, ¿hago de mi vida un servicio a Dios y a mi prójimo?
• Jesús mantenía viva la conciencia de su misión mediante la oración. ¿Y mi oración?
¿Qué nos dice el Señor hoy? Parece un desafío, una invitación. Jesús nos invita hoy a apostar por metas altas. Hemos sido hechos para cosas grandes: vivir, crecer, amar, servir, entregar… No nos conformemos con las migajas del banquete de la vida. Dios nos ha sentado a su mesa y Jesucristo cuenta con nosotros.
Quiera Dios que nosotros como I.P.V. podamos tener bien claro el concepto de misión y ejemplo de vida que nos dejó nuestro Señor Jesucristo antes de partir hacia el Padre. Amén!
Rev. Pastor Yumar Ferrer
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