top of page

Pascuas de Resurrección

Foto del escritor: sinodoipvsinodoipv

Habana, 21 de abril de 2019


“…¿A quién buscas?” Jn 20:15



Queridas hermanas, queridos hermanos:


Termina una estación litúrgica, Cuaresma. Comienza  otra,  la Pascua de Resurrección. Esta última semana hemos intentado desandar la historia de nuestra fe resumida en el camino que emprendió Jesús de Nazaret al llevar hasta las últimas consecuencias su fidelidad al proyecto de Dios anunciado en boca de su profeta Isaías: “… porque me ha ungido para anunciar el Evangelio a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, y la recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año favorable del Señor” (Lc 4:18-19)


La exhortación que comparto con ustedes en esta ocasión está inspirada en el testimonio del Evangelio según San Juan (20: 11-18). María Magdalena que se ha quedado sola en la tumba vacía y superando no solo su confusión sino sus miedos, su tristeza, sus frustraciones por saber a su Maestro muerto, se arriesga a mirar adentro del sepulcro que le confirma lo que ella ya sabe: está vacío. Al encontrarse con él, aún sin reconocerle la pregunta de Jesús aumenta su ansiedad por entender esa tumba vacía. ¿A quién buscas?


Una pregunta que, en la perspectiva de este Evangelio, de alguna manera inaugura su ministerio de resucitado: ¿A quién buscas? No nos extrañe que resuenen también en cada uno de nosotros las palabras de Jesús. Porque ciertamente, en el testimonio de este Evangelio, el discipulado es precisamente esa búsqueda constante de Jesús, el Cristo resucitado, el que vence la muerte, el que confirma la esperanza del Reinado de Dios como algo posible, tangible en la propia experiencia de la resurrección.


Hermanas y hermanos, de nada vale que celebremos esta fiesta, la mañana gloriosa en que afirmamos nuestra verdad de fe en la resurrección de Jesús, en el poder de Dios sobre el mal y la muerte, sino revertimos esa verdad de fe en un seguimiento consecuente, que en términos de este Evangelio, es la búsqueda constante de Jesús, del resucitado, en todo momento y todo lugar, especialmente entre aquellos y aquellas por los cuáles siempre manifestó un amor preferencial: los pobres, los necesitados, los excluidos, las víctimas de la injusticia, del egoísmo, de la violencia, del desamor.


Es momento propicio para que nuestras comunidades, como Marìa la de Magdala, superemos la confusión que generan tiempos difíciles e inciertos, los fundamentalismos que se multiplican y pretenden usurpar  al Dios que abraza la justicia y cuya esencia es el amor, sólo el amor; el aparente triunfo de la mentira, la violencia, los poderes del mal . Es necesario y urgente que logremos vencer todos los miedos y todas las tristezas que generan las carencias, las materiales y las espirituales;  es imprescindible que nuestras frustraciones no superen la certeza de un sepulcro vacío, que no neutralizan la esperanza de que Dios está con nosotros y que la palabra final, la meta hacia donde caminamos en la búsqueda de ese Jesús resucitado es la instauración definitiva de su Reinado de justicia y paz para toda su Creación, la  Fiesta eterna de su resurrección.


¡Jesús está vivo¡¡Cristo vive!¡En verdad ha resucitado!¡Celebremos la Fiesta de su Resurrección.!


En el amor del Resucitado,


Sinodo Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba

5 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Iglesia Presbiteriana de Venezuela

Sínodo Nacional de la Iglesia Presbiteriana de Venezuela.

Calle Colegio Americano, Edificio de la Unidad Educativa Colegio Americano.

Altos de Las Minas, 1080. Baruta, Estado Miranda, Venezuela

Teléfono: 0212 944 53 26. Tel/Fax: (58 2) 943.35.29 y 945.08.08.

Correo electrónico: ipvsinodo@gmail.com

 

  • Icono social Instagram
  • Facebook Basic Black
  • Twitter Basic Black

© 2023 por Iglesia Presbiteriana de Venezuela. Creado con Wix.com

bottom of page