En el evangelio de hoy vemos que Jesús mismo nos muestra con humildad porque es tan importante el ser bautizado y recibir al Espíritu Santo. El Bautismo de Jesús es un episodio en la vida de Jesús de Nazaret que aparece relatado en el Nuevo Testamento, y con él se inicia su ministerio público. ... Juan procede y el Espíritu de Dios desciende sobre Jesús, al tiempo que una voz decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”.
Esto me hace recordar varios aspectos que me gustaría resaltar, para el análisis y reflexión personal.
1. La alegría y el gozo que produjo el ser Jesús bautizado y que desde el cielo se oyera una voz de satisfacción “este es mi hijo amado, estoy muy complacido contigo”. Siempre habrá gozo en el cielo y en la tierra, cada vez que alguien recibí a Cristo en su corazón y decide ser parte del cuerpo de Cristo siendo bautizado y apartado para él. El Bautismo es la señal visible de nuestra incorporación a la Iglesia y la Comunión, es el comienzo de nuestro caminar en la vida cristiana, haciendo lo que a Jesús le agrada, sirviendo a los más necesitados, a los vulnerables, a los pobres, a las viudas, haciendo sonreír al mismo Señor, ¿Estamos complaciendo al Señor con lo que hacemos?
2. El bautismo no te inhibe de pruebas y dificultades, dice el texto que enseguida el Espíritu llevo a Jesús a un desierto y allí fue tentado por satanás. Quizás tu hayas pasado por pruebas bien difíciles o las estas pasando justo en este momento, pero recuerda que el mismo Señor nos da la fortaleza tomados de su mano para soportar cada una de ellas. Jesús mismo se enfrentó entre fieras, fue tentado como tú y yo somos tentados constantemente, pero podemos superarlas con la ayuda de Dios.
3. A pesar de las situaciones vividas por Jesús, nunca se detuvo antes las circunstancias y adversidades, siempre conto las buenas nuevas de salvación, anunciando que el reino de Dios se acercaba. Esto nos invita a que en cualquier prueba o circunstancias que nos encontremos no dejemos nunca de anunciar su amor, de proclamar su palabra, de contar al mundo que necesitamos arrepentirnos y que creamos en sus promesas y las buenas noticias que nos da la palabra de Dios. Anunciemos las buenas y gratas noticias, para que otros conozcan de Dios y su infinito amor.
El evangelio de hoy nos invita a cercanos a Dios, a ser parte de su pueblo a través del bautismo, como señal de ser hijos e hijas de Dios, nos invita a trabajar por su pueblo haciendo su voluntad y agradándolo con actos concretos hacia los más necesitados y por ultimo a pesar de las tormentas y situaciones que estemos viviendo, anunciar lo que he ha hecho en nuestras vidas. En este tiempo de cuaresma necesitamos y estamos llamados a arrepentirnos y renovar votos de fidelidad a Dios. Dios nos llama a una vida nueva, consagrada a él. Dios te está llamando, acéptalo hoy. Bendiciones.
Rvda. Zulema Garcia de Rojas
Pastora Iglesia Presbiteriana
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