El evangelio de Marcos una vez más nos introduce en la autoridad de Jesús, antes el poder religioso, tradiciones, normas y costumbres.
Las referencias geográficas destacan la popularidad de Jesús como la extrema necesidad de la gente. Nuestro Señor había causado una impresión extraordinaria en su forma de enseñar y mantener la verdad por encima de cualquier oposición, el escenario nos muestra que estos grupos legalista: fariseos, escribas, saduceos, más preocupados por la letra de la ley que con el espíritu de la ley.
En el ministerio de Jesús vamos a encontrar dos grupos bien identificados:
1. Los amigos de Jesús, los discípulos y sus seguidores.
2. Y el grupo enemigo que buscaban destruirlo.
De igual forma hoy encontramos cantidades de personas que están más pendiente de las tradiciones, ceremonia entre otras, no manifiestan una verdadera adoración genuina por el Salvador, Libertador.
En el mundo muchas personas tienen buenas intenciones, pero fuera del propósito de Dios Altísimo. El poder de Cristo revela que tenemos en el corazón los buenos y malos pensamientos.
Sigamos avanzando en este caminar tomado de la mano del gran Señor de la historia.
Pastor Rev. Omar Díaz
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