JESÚS ES UNGIDO EN BETANIA
En este pasaje del Evangelio, nos encontramos con tres personajes principales: María, la hermana de Marta y de Lázaro, Judas Iscariote y, Jesús, el personaje central de la historia. La escena se da en Betania, durante una cena en honor de Jesús, donde estaba a la mesa, entre otros, el recién resucitado Lázaro
María unge los pies de Jesús con un perfume de nardo puro, que tendría un valor de trescientos denarios, equivalente al salario anual de un trabajador. Seca los pies de Jesús con sus propios cabellos. Con este acto María demuestra su veneración por el Maestro, su amor y entrega a la persona de Jesús.
Ante este acto, Judas Iscariote, el discípulo que entregaría a Jesús, pregunta furioso como tesorero ladrón de la bolsa de los doce que por qué no se vendió este perfume y se les dio a los pobres.
Jesús, el personaje central de la historia acepta la unción y el amor y veneración de María y rechaza el pretendido y falso interés de Judas por los pobres. “A los pobres siempre los tendréis con vosotros”. No está rechazando el servicio a los pobres, sino colocando ese servicio en la correcta dimensión. Primero está el amor y adoración a Dios y luego, de ahí se genera el auténtico y amoroso servicio a los pobres que siempre estarán con nosotros en un mundo pecaminoso que produce la riqueza de unos pocos a expensas de la pobreza de las grandes mayorías.
Rev. Edgar Moros R.
Pastor
Comments