En estos días, donde abundan las necesidades y tantas personas con peticiones, buscando respuestas y soluciones. Y se dirigen a lugares, esperando que se les ayude. Pero es tanta la espera, tanta; que se desesperan y pierden la esperanza.
Otros y otras que ponen su confianza en alguien, que simplemente ese alguien es un hombre o mujer. Quienes no tienen el poder de dar soluciones a los problemas.
Lo primero que Jesús nos ordena, es “orar” “orar siempre” y “sin desmayar”. Porque Dios es nuestro Refugio y Ayudador. Y Él nos dice en su Palabra: “Pedid, y se os dará, buscad, y hallareis; llamad y se os abrirá’. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mt. 7:7 y 8)
En la parábola que nos presenta Jesús, el juez; un hombre duro, sin temor a Dios. Siendo este quien es, ayudo’ a la viuda. Ella que fue insistente, pues; no se rindió y en su perseverancia obtuvo lo que estaba solicitando.
Jesús nos dice hoy: Que no perdamos la fe, ni la esperanza. Vayamos a Él, oremos y oremos y mientras llega la bendición, confiemos en Él. Porque dependemos de Él.
¿Dónde tienes depositada tu fe? ¿En el hombre o en Dios?
M. L. Osdalys E. Francia de M.
Valles del Tuy Edo Miranda Venezuela
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