Texto Bíblico: Mateo 25:31-46
Deseo compartir con ustedes lo que me ha enseñado este texto, espero tenga para ti una enseñanza de acción.
1. Quienes son las cabras y quienes las ovejas:
Encontramos, primeramente, que las cabras según el texto bíblico en los versículos 42-43 son las que no dieron de comer, no dieron de beber, no recogieron al forastero, no visitaron al enfermo ni al que está en la cárcel, definitivamente no fueron sensibles a las necesidades básicas del Señor. Según el escritor Levorritt menciona que las cabras eran un término aplicado a los jefes opresores que hacían daño a las ovejas, el pueblo de Dios.
En cambio, las ovejas a diferencia de las cabras accionan de manera diferente según encontramos en los versículos 35-36, que nos dice: que, si dieron de comer, si dieron de beber, recogieron al forastero y si visitaron al enfermo y en la cárcel, en resumen, fueron sensibles y solidarias atendiendo al mismo Señor en sus necesidades prioritarias. En este caso Levorritt menciona que las ovejas eran consideradas de mayor estima que las cabras.
Esto me recuerda, a cuantos cristianos se comportan o nos comportamos como cabras y cuantas, como ovejas, en una oportunidad siendo pastora de una de las Iglesias Presbiterianas en Maracaibo, distribuí en grupos a varios hermanos y hermanas para ir a visitar a nuestros vecinos alrededor de la Iglesia, con el fin de llevarles palabras de aliento y tener un momento de oración por ellos/as y de esta manera ver sus necesidades para luego poder ayudarles como Iglesia. Mi sorpresa fue que unos se resistían a ir a visitar y otros estaban gozosos en llevar palabras, una pequeña ilustración de cuando nos comportamos como cabras y otras como ovejas.
La vida del cristiano/a, es de servir, de acompañar de ser solidarios atendiendo las necesidades de los más vulnerables atendiendo y ayudar al huérfano, viuda, extranjero, tendernos la mano unos a otros.
2. ¿Que recibirán las cabras y que recibirán las ovejas? Serán juzgadas, asociadas a lo que nos dice Ezequiel 34:17-20
Según lo mencionado anteriormente, descubrimos que tanto las cabras como las ovejas recibieron una respuesta por su comportamiento o su atención para con el Señor. Ezequiel 34:17-20, nos habla también de las cabras y las ovejas, y que las mismas serán juzgadas.
En ese sentido las cabras recibieron una sentencia terrible e irrevocable según los versículos 41 y 46, “apartados de mí, malditos al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. Recibiendo el castigo eterno.
En cambio, las ovejas recibieron una recompensa gloriosa según el versículo 34,” Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”, recibiendo de esta manera la vida eterna, por cuanto hicieron lo correcto, haciendo feliz al mismo Señor.
Siempre nuestras acciones tienen una respuesta, esto me recuerda cuando nos alimentamos bien y estamos saludables mientras otros no, hay resultados que se refleja en este caso en nuestra salud. En este sentido, lo relaciono cual será nuestro resultado al comportarnos como cabras u ovejas en nuestra vida personal y nuestra salud espiritual.
Debemos y estamos llamados/as, en alimentarnos bien en su palabra para compartir de lo mucho que Dios nos ha dado, contando de las bendiciones que recibimos de Dios contantemente, de cómo estamos disfrutando de la vida eterna aquí y ahora.
3. El resultado final de las cabras y las ovejas:
Todo esto nos lleva a un resultado final de las cabras y las ovejas. Es importante recordar las palabras de Daniel 12:2, cuando nos dice que “unos serán despertados para vida eterna y otros para confusión perpetua”. ¿Cuál será tu decisión hoy?
Este resultado final, nos exhorta en atender a los más vulnerables como al mismo Señor, como también nos recuerda las palabras en Santiago 2:15-16, cuando dice que atendamos a los hermanos y hermanas en sus necesidades con acciones concretas.
Quiero contarte brevemente de una experiencia personal, sobre una acción concreta hacia migrantes venezolanos en Barranquilla Colombia, me encontraba realizando algunas entrevistas para mi tesis final y me apoyaba para estas entrevistas con hermanos de algunas de las iglesias Presbiterianas, cerca de donde me encontraba estaba una Iglesia Presbiteriana, durante las entrevista una de las hermanas que me ayudaba, miembro de la iglesia Presbiteriana cercana se dio cuenta de la necesidad alimenticia que estas personas tenían, así que reaccionó inmediatamente y al cabo de una hora regreso con comida preparada, agua, refrescos, alegrando la vida de todas estas personas, sus rostros reflejaban gratitud y amor, estas son unas de las tantas acciones que como iglesia podemos hacer.
Por lo tanto y para finalizar debemos y estamos llamados en actuar como cristianos con esas acciones concreta, obteniendo de esta manera el reino de Dios aquí y ahora, dándonos la entrada a ese reino preparado para ti y para mí, desde la fundación del mundo.
Finalmente, nuestro accionar es a compartir el pan con el que no tiene que comer, como se están haciendo en muchas partes de Venezuela incluyendo nuestras iglesias y comunidades de fe, siendo buenos hospedadores de aquellas personas que necesitan de un techo y no escondiéndonos de aquellos que buscan apoyo y solidaridad de nosotros en los momentos más difíciles como los que estamos viviendo actualmente, recordemos que al hacerlo a unos de estos más pequeños se lo estamos haciendo al mismo Señor.
Mi invitación es a que escojas hoy ser parte de esas ovejas que recibirán el reino de Dios por atender y sensibilizarse ante las necesidades de los más vulnerables como del mismo Señor, compartiendo el pan, dando de beber al sediento, visitando a los enfermos y en la cárcel, a pesar de que esta pandemia pudiera detenernos, ahora más que nunca debemos ser solidarios porque hay mucha más necesidad, tomando precauciones y cuidados podemos lograrlo, pero no escondiéndonos detrás de la pandemia.
Quiero hacerte una pregunta, ¿Deseas ser parte del Reino de Dios? Segura estoy que, si deseas ser parte de ese reino de Dios y por lo tanto te felicito, has tomado la mejor decisión. Ven y comienza a disfrutar del reino de Dios preparado para ti, comenzando desde ya a ejercer lo que hoy has aprendido de esta reflexión. Bendiciones.
Rvda. Zulema Garcia de Rojas
Pastora Presbiteriana de Venezuela
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