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A NOSOTROS TAMBIÉN NOS COMISIONA

Foto del escritor: sinodoipvsinodoipv

Lectura: Lucas 10: 1-11, 16-20


Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. Lucas 10:1


La reflexión de hoy nos hace recordar a la “Gran Comisión” dónde los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y Jesús les dijo: “Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.


Recordemos también, cuando les dijo: “Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. Aquí en Lucas 10: 1-11, Jesús comisionó a setenta personas para que prepararan su camino a las ciudades a donde iba a llevar su mensaje.



Vemos allí, como Jesús los designó de dos en dos. En la Biblia resalta esa manera de andar acompañados, Pedro y Juan, Pablo y Bernabé, Bernabé y Marcos, Pablo y Silas. El por qué de esta estrategia, nos lo indica Eclesiastés 4: 9-12 “Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor, uno solo ¿Cómo va a calentarse? Uno solo puede ser vencido pero dos pueden resistir ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente! (Biblia NVI)


Que bueno e importante es hacer el trabajo juntos y juntas, en solidaridad, en compañía y soporte emocional, en esta tarea de anunciar el evangelio. Lo segundo que designó Jesús a sus discípulos, fue la oración, porque era necesario orar al Señor y Dueño de la mies, ya que era mucha y se requería la ayuda de Dios, porque eran pocos los obreros.


Tercero, les dio instrucciones para la misión. Les advirtió que podrían enfrentar hostilidad en algunas personas con quienes tratarían. Les mandó que el equipamiento fuera ligero, que no saludaran en el camino, que dijeran paz sea a esta casa, en los lugares donde le permitieran la entrada. Todo lo que les instruyó, parece indicar que había escasez de tiempo disponible y una gran urgencia de darle cumplimiento a la tarea evangelizadora. Además, les habló del sostenimiento misionero, que encontraran un lugar seguro, confiando en la provisión de Dios, contando con la hospitalidad de la gente que les brindara casa y comida, y toda comida que le ofrecieran sin preguntar si el alimento era puro o inmundo, esto fue algo simbólico para los gentiles.


Jesús les había otorgado poder sobre las enfermedades, sanando los enfermos y que se les anunciara que el reino de Dios se había acercado. Los discípulos le iban a llevar un mensaje de esperanza a los que le recibieran, pero a los que no le recibieran les darían un mensaje de juicio.


Hoy, Jesús todavía nos demanda está importante tarea, ya no solo a los once, ni a los setenta, nos la ha encomendado a todos y a todas. A los que hemos tenido ese encuentro personal con Él, quien nos dice que demos de gracia, lo que hemos recibido de gracia. Por lo tanto, debemos apartar nuestro tiempo y ocuparnos en lo que a Jesús le importó y le importa en demasía. Tan así, que no escatimó siendo quien es para humillarse como lo hizo. Se despojó a sí mismo, tomó forma de siervo y se hizo semejante a los hombres, hasta llegar a la muerte, para que todas y todos reciban ese mensaje de amor y salvación.


Así que hermana, hermano, tengamos ese mismo sentir, ese mismo interés por nuestra familia, por los vecinos, por el que trabaja con nosotros. Son personas que a Dios les importa su salvación y espera que también nosotros y nosotras tengamos el amor y la disposición para cumplir esta “Gran comisión”


Oremos para que Dios nos ayude y envíe a su Iglesia a todas y a todos los que van a ser salvas y salvos. ¿Amén amados? Amén.


M. L. Osdalys E. Francia de Miranda

Pastora de la Iglesia Presbiteriana “El Buen Pastor “en los Valles del Tuy.

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