San Juan 13:31-35
Hoy el Evangelio nos presenta un corto relato con un contenido sumamente valioso, que casi lo podemos considerar como el testamento espiritual de Jesús y al mismo tiempo palabras llenas de riqueza despidiéndose de sus amigos discípulos.
Jesús de Nazaret no tuvo una larga vida terrenal, solo 33 años, un varón joven que en nuestro hoy diríamos: lleno de vida, sueños, proyectos, ilusiones, más EL tenía muy claro a lo que había venido que era Misión encomendada por Dios su Padre.
Si nos vamos versos atrás en este capítulo, encontramos a Jesús enseñando el verdadero significado del amor. Lava los pies de sus discípulos, tarea servil por personas que ejercían labores de sirvientes y Jesús se inclina a realizar esta acción y lo hace a todos incluyendo a Pedro que al principio se niega por considerar que el no era digno de que su amado Maestro le lave sus pies, más al ser amonestado por Jesús pide que todo el sea lavado. De la misma manera Jesús lava los pies de Judas y el evangelista Juan no nos expresa que el discípulo hizo algún gesto en contra, a pesar de que la semilla de la traición estaba sembrada y germinando en su corazón. A veces pienso ¿qué sentimientos cruzaron por su mente al ver a su Maestro inclinado a sus pies? ¿será por eso que salió de allí rápidamente?
Y …quizás Jesús viéndole tristemente se dirige a sus discípulos expresando sus palabras tipo testamento y despedida:
· Glorificación Palabra que para nosotros es difícil de comprender, la unimos con gloria, éxitos, logros, más todo de la mano con abundancia y prosperidad material, títulos profesionales, belleza exterior y no lo que Jesús nos expresa. Jesús-cruz allí está su gloria, glorificando a Dios Padre con su obediencia. Y esto nos dice a cada uno de nosotros cristianos, cristianas que para gozar esa gracia divina tenemos que acoger la teología de la cruz en nuestras vidas. No es fácil apropiarnos de esta opción de vida, donde ya se siente el significado real y verdadero del amor muy diferente al que nosotros manejamos.
· Hijitos míos qué ternura al Jesús expresar su despedida, muy diferente a la forma y tono como se lo expresó a líderes en otro momento, aquí esta expresión encierra promesa de que algún día habrá un encuentro. Este joven de 33 años llamando hijitos a aquellos y a nosotros /as hoy, es Dios presente a través de Jesús. ¡Es una promesa de amor paternal preciosa!
· Un mandamiento nuevo os doy verso 34. Leemos con detenimiento lo que Jesús llama un nuevo mandamiento. “Amarse los unos a los otros, así como Yo los amo a ustedes y así deben amarse los unos a los otros”. ¿Nuevo? ¿Es qué al pueblo de Israel no se le ordenó amar a Dios y al prójimo? ¡Si! En Levíticos, Éxodo y otros libros estuvo presente, pero aquí Jesús lo renueva con el agregado: así como yo los amo a ustedes, ya no es solamente un mandato, ahora vemos un amor hecho testimonio de vida en Jesús para todos incluyendo a los que le dan la espalda. Pero… ¿amar a quién? ¿Familiares, amistades, hermanos y hermanas en la fe con las cuales nos unen lazos de igualdad en todas las áreas de nuestra vida? Claro que sí, más también a aquellos con los cuales tenemos diferencias, Jesús nos marca y señala con muchísima claridad el estilo de vida, inclusión, aceptación, servicio, humildad, perdón, respeto hacia todos en especial los más vulnerables y rechazados por la sociedad.
· Ejemplo de vida verso 35: Jesús continua con su testamento espiritual, si se aman así los unos a los otros, todo mundo se dará cuenta que son mis discípulos. Allí recibimos la encomienda de la clase de seguidores y seguidoras que debemos ser para entonces mostrarle al mundo que clase de comunidades de fe somos. Comunidades preocupadas no de tener templos lujosos, ostentosos, miembros que muestren sus inmensos logros económicos, académicos, culturales, pero que son incapaces de expresar amor sincero al que menos tiene. Así que es un llamado a vivir sin egoísmos el amor gratuito que Jesús nos brinda y nos ordena compartirlo.
· DIOS-VIDA Amar no es fácil tal como Jesús hoy nos lo enseña. Dios se hizo presente en Jesús para darnos su amor por gracia. Por esto la fórmula DIOS-VIDA es la vida maravillosa llena de amor que nos ofrendó Dios a través de Jesús y nos corresponde multiplicar esa vida de amor en esta sociedad presente donde hay tanto pesimismo, desesperanza, dudas, conflictos y muchísima maldad.
Dios nos bendiga con su amor infinito.
Rvda. Elisa M. de Bulmes
Pastora SIPM e IPSF
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