Este segundo domingo después de Epifanía nos invita a profundizar en el encuentro con Jesús. En Juan 1:43-51 se nos relata el encuentro y seguimiento de dos hombres que serían discípulos del movimiento de Jesús.
El llamado que hizo Jesús a Felipe se muestra solo como un imperativo, Jesús le dice: ¡Sígueme! El evangelio no ofrece mayores detalles sobre este encuentro, pero vemos de manera inmediata a Felipe convencido de quién era Jesús y de dónde venía; Felipe da testimonio de haber encontrado a uno que esperaban, a uno que la ley y los profetas habían anunciado.
Ante el testimonio de Felipe, Natanael se muestra incrédulo, su pregunta demuestra el conocimiento de la cultura general del momento y una ironía hacia la afirmación de Felipe: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Felipe no se detiene en discusiones, solo invita a su amigo a ir y ver con sus propios ojos.
El encuentro de Natanael con Jesús muestra el conocimiento del maestro hacia el nuevo discípulo, lo que sorprende a Natanael. Jesús ya lo había visto en la higuera. A la pregunta: ¿De dónde me conoces? Jesús le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
Estas palabras de Jesús hacen referencia a la búsqueda de Natanael, tal vez en su lugar de oración, en una higuera con sombra fresca acudía Natanael a Dios, y ahí lo había visto Jesús. Por esa razón se sorprende Natanael de saber que Jesús había estado ahí presente en su oración.
Natanael sorprendido cree en Jesús y Jesús le asegura que mayores cosas habrá de ver.
Esta historia nos muestra elementos interesantes para reflexionar:
1- Felipe no se queda con la buena noticia, va en búsqueda de su amigo para contarle lo que ha encontrado. Ser discípulo no es solo un acto conceptual e individual, es un acto de acción hacia la comunidad.
2- Felipe no entra en discusiones vanas, invita a su amigo a vivir su propia experiencia de encuentro con Jesús. Es un llamado a la compresión de diversos llamados, de distintas realidades, de un salvador que actúa como quiere con cada persona.
3- Natanael no se queda ingenuo ante algunas palabras, busca una comprensión más profunda. Creer no es el exclusivo acto de encontrarse con Jesús, requiere un proceso de búsqueda, de alimentación de la fe, de argumentos.
4- Jesús está debajo de la higuera. Vivir en comunión con Jesús es tener la certeza de que él está en la relación del día a día, que nos escucha en los pensamientos y anhelos más profundos, Jesús está presente siempre.
Si queremos encontrarnos con ese Jesús que transforma la vida tenemos que ir y ver. Ir y ver es salir de la comodidad de casa, es aprender a dialogar, es confiar en la promesa. Jesús se sigue encontrando con gente en la cotidianidad de la vida, si queremos encontrarnos nosotros/as con él, tenemos que ir y ver.
JULIO CÉSAR GONZÁLEZ
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