El Evangelio para este domingo nos presenta dos parábolas donde Jesús enseña con lenguaje sencillo desde el contexto agrícola de aquella época
1.- Jesús expresa que el sembrador colocó semilla en la tierra y allí en el seno de ésta se da la germinación sin que el campesino se entere como este proceso se da. Hoy en nuestro presente sabemos que la semilla sembrada por el trabajador del campo deben realizarse varias acciones desde antes de sembrar y después continúa acciones de cuidado velando por la germinación y nacimiento sano de la tierna plantita. Trasladando esto al Reino de Dios aquí en la tierra, nos dice que tú, yo, nosotros/as tenemos un grado de responsabilidad para que la semilla (Palabra de Dios) sea sembrada , y también hay otro grado de responsabilidad en el cual sólo interviene Dios. Nosotros/as debemos en ese espacio de tiempo esperar con esperanza activa: orando , velando con amor y estar seguros /as de que Dios está actuando y el fruto se dará a su tiempo. Allí se da inicio un proyecto de caminar hacia una fe que sabe de amor, de espera, de seguridad, porque hay plena confianza en Dios y no saldremos defraudados/as nunca.
2.- Jesús expresa que la semilla mas pequeña(mostaza) ,considerada así en aquella época, pueda convertirse en gran arbusto o árbol alto y frondoso ofreciendo cobijo a las aves y sombra para muchos. Esto nos hace reflexionar que de una pequeña chispa germinal encendida por Dios Soberano surge la auténtica vida que fecunda toda la creación brindando su gracia a ella de una manera esplendorosa.
3.- Estas dos parábolas que a primera vista las sentimos tan sencillas, tan sabor a campo, tan simples, resulta que nos habla de cuánta riqueza ha depositado Dios en cada uno/a como sembradores para que su Reino se extienda con olas de esperanza, generosidad, justicia, amor, inclusión desde las manos fecundas de Dios.
4.- Estas parábolas nos invitan a enamorarnos del actuar misericordioso y maravilloso de Dios que desea actuar en nuestras vidas recibiendo su gracia, dones y energía para que desde nuestros hogares , sitios de trabajo, comunidades vecinales y de fe , surjan senderos que construyan travesías de vida nueva para toda su creación. Amén
Rvda Elisa Bulmes
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