San Juan 6:51-58

Podríamos iniciar esta reflexion tomando un pan de trigo en nuestras manos y degustar su sabor, calidad, tamaño y su importancia en la alimentación del ser humano; otra experiencia sería el servicio de adoración y la cena del Señor el cual la feligresia se hace presente para celebrar la vida y la Victoria de nuestro Señor Jesucristo.

Ver el pan y la copa siendo compartido en la comunidad de fe como una expresión de gratitud de amor, alegría por aquel que lo dio todo para libertar al hombre a la mujer del pecado y la condenación eterna.

En el evangelio de hoy Jesús se presenta: “Yo soy el pan del cielo" dicha afirmación deja claro que Jesucristo es suficiente provisión para el hambre física o espiritual de la humanidad ciertamente él es el pan del cielo.

"Yo soy el pan vivo qué descendió del cielo; si alguno come de este pan vivirá para siempre ; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne “ San Juan 6:51

Siendo un solo el pan, nosotros con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan 1 Cort 10:17 porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.

Podemos afirmar el pan de vida que sacia el hambre de nuestra vida espiritual está en medio nuestro y hoy brota de lo más profundo del espíritu hambre por su palabra, hambre por su presencia la cual mitiga el dolor, la necesidad de un pueblo que gime.

La esencia de la cruz consiste en que Jesús tomó nuestro lugar, sufrió la totalidad del castigo que merecíamos nosotros, a través de ese sacrificio recibimos salvación, liberación, perdón y el disfrute de la vida eterna.

Cristo Jesús el cual, siendo en forma de Dios no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojo a si mismo, tomando forma de siervo semejante a los hombres. Y estando en la condición de hombre, se humilló a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz.

Reconozcamos y vivamos la presencia del Pan de Vida Jesucristo el vive para siempre.

Pastor Revdo Omar Diaz