El evangelio hoy hace una mención especial al dinero y a la transformación.
Jesús atravesaba la ciudad de Jericó, Zaqueo, un hombre rico, pero de baja estatura, quiere ver a Jesús, para ello se sube a un árbol.
¿Por qué querrá ver a Jesús un hombre que aparentemente tiene de todo? ¿Sentirá en su interior que algo le falta?
Jesús que conoce nuestras necesidades, ve a Zaqueo y le dice que baje. Jesús sabe lo que Zaqueo necesita. Zaqueo baja y se encuentra con el Maestro.
El encuentro con Jesús hace que Zaqueo se transforme, que sienta lo que es la felicidad, la cercanía, la acogida y el amor. Desde ese momento movido por su fe en Jesús su vida da un giro, un cambio, a partir de ahora el dinero no será lo más importante en su vida, sino el amor al Maestro. Desde ese momento practica la honradez con las demás personas a las que devuelve el dinero que antes les cobro en demasía.
El dinero es necesario para el sustento, pero no podemos hacer de él un dios, porque Dios sólo hay uno.
No cerremos la puerta a la salvación, cambiemos nuestra forma de vida, aumentemos nuestra fe en Cristo y como Zaqueo dejémonos transformar, porque Jesús también nos busca a nosotros igual que buscó a Zaqueo.
Rev. Alberto Villarroel
31 OCTUBRE DIA DE LA REFORMA
Durante el siglo XVI, torbellinos de cambios, impactaron la paquidérmica vida medieval. Irrumpieron movimientos reformadores que atizaban profundas transformaciones religiosas y políticas. Los vicios sociales acariciados por prácticas despóticas y monárquicas, al igual que las ideas envejecidas y sofismas teológicos, se enfrentaban a una relectura, que explora la construcción de una hermenéutica bíblica y exegética, como fuente única. Sorpresas y asombros, suscitaban los hallazgos, tesis como la monarquía religiosa y política, pecado original, monopolio del sacerdocio, indulgencias y otras, se veían desplomadas. Martín Lutero en Alemania, lideraba un proceso que despojaba al papado del secuestro de los atributos divinos, a través de la publicación de sus 95 tesis, en la universidad de Wittenberg. Razón por la cual emprende la traducción de La Biblia al alemán, con la finalidad de colocar en manos del pueblo el tesoro, que habría de iluminar las nuevas luces y los nuevos tiempos
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