Juan 10:1-10 - Salmo 23 - 1 Pedro 2:19-25 - Hechos 2:42-47
Normalmente para estas reflexiones usamos sólo el Evangelio, pero para el Tiempo Pascual en el que estamos, les invito a salirse de lo acostumbrado, no por el mero hecho de ser irreverentes sino por lo pertinente que son estas lecturas para la Reflexión de hoy.
En el Evangelio Jesús nos cuenta una Parábola donde interactúan los siguientes personajes: Pastor, Portero, Ladrones y Bandidos, y las Ovejas; pero hay dos detalles que pasan casi inadvertidos: 1. están las Ovejas del Rebaño del Pastor, y hay Ovejas de otros Rebaños que pertenecen a otro Pastor; y 2. hay un personaje inanimado, "La Puerta". En los siguientes versículos de nuestra cita Jesús es comparado como Pastor, pero en el versículo 7 él mismo se compara con "La Puerta", y luego en el versículo 8, habla de los Ladrones y Bandidos refiriéndose a quienes le antecedieron, no a los Profetas del Antiguo Testamento sino a los Reyes y Sacerdotes del A.T. y a los del Sanedrín en el N.T.
En el Antiguo Testamento hay numerosos pasajes donde Dios es comparado con el oficio de Pastor de Ovejas, y uno de los más hermosos es justamente el Salmo 23, archiconocido por todos/as. Es Dios mismo alimentándonos física, emocional y espiritualmente; guiando nuestros pasos y cuidando de nosotros/as con todas las herramientas habidas y por haber, produciendo en nosotros/as aliento y seguridad.
Ese Pastor que con su vara, bastón y sabiduría: nos alimenta (Salmo 23), nos da señales claras para identificar su voz (Juan 10:1-10), nos guía para ser familia (Hechos 2:42-47) y entrar por La Puerta correcta, nos da su ejemplo en amor y entrega incondicional siendo Oveja o Cordero (1 Pedro 2:19-25); ese Dios con Nosotros/as es nuestra Puerta, nuestro Pastor, y el Cordero de Dios que borra el mal de nuestras vida; y es quien nos ratifica en esta Pascua, la Libertad de la esclavitud y la maldad, no sólo en la vida después de la muerte, sino de los falsos maestros y doctrinas, de quienes nos oprimen, es nuestra Salvación en el hoy, en el ahora, en nuestra vida presente y abundante.
Bendiciones Mil.
M.L. Nyeser Gómez
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