Marcos 7:24-37
La lectura del Evangelio para este domingo contiene dos relatos de milagros: una niña liberada del demonio y un hombre sano de impedimentos en la audición y el habla.
Son dos relatos cortos que comparten ciertos rasgos pero también difieren entre sí y en sus semejanzas y particularidades, nos permiten pensar cómo el evangelio nos confronta con “la vida de los otros” que está, inevitablemente, enredada con la nuestra.
En el día de hoy me gustaría hacer referencia y resaltar algunas enseñanzas sobre el segundo relato del Evangelio en mención. (vs 31-37)
INTRODUCCIÓN:
En la vida cotidiana, nos enfrentamos a desafíos y situaciones que ponen a prueba nuestra fe, nuestra paciencia y nuestra capacidad para amar y servir a los demás. La lectura del Evangelio según san Marcos (7:31-37) nos ofrece una perspectiva profunda sobre cómo podemos vivir nuestra fe de manera más auténtica y significativa, especialmente en el contexto de nuestro trabajo, en nuestra comunidad de fe, y en nuestro propio hogar.
ENSEÑANZA CENTRAL:
El pasaje nos narra el milagro de Jesús al sanar a un hombre sordo y con dificultad para hablar. Este acto no solo demuestra el poder divino de Jesús, sino que también nos enseña sobre la importancia de escuchar y comunicarnos efectivamente con Dios y con nuestros hermanos y hermanas en la fe.
APLICACIÓN EN LA VIDA DIARIA:
En nuestro día a día, es fácil quedar atrapados en el ruido y las distracciones del mundo, lo que puede dificultar nuestra capacidad para escuchar a Dios y a los demás. Este pasaje nos invita a abrir nuestros corazones y nuestros oídos, para ser más receptivos a la voz de Dios y a las necesidades de quienes nos rodean.
IMPLICACIONES PARA EL TRABAJO EN LA IGLESIA:
En el contexto de la Iglesia, este pasaje nos recuerda la importancia de crear espacios de escucha y diálogo, donde todos se sientan acogidos y valorados. Esto implica no solo escuchar las palabras de los demás, sino también ser sensibles a sus emociones y experiencias, para poder acompañarlos de manera más efectiva en su caminar de fe.
RELEVANCIA EN LOS GRUPOS DE DISCIPULADO:
En los grupos de discipulado este pasaje nos desafía a ser instrumentos de sanación y reconciliación en el mundo. Al igual que Jesús, estamos llamados a abrir los oídos y los corazones de aquellos que están cerrados al mensaje del Evangelio, utilizando nuestras palabras y acciones para transmitir amor, esperanza y compasión.
CONCLUSIÓN:
La lectura del Evangelio según san Marcos (7:31-37) nos ofrece valiosas lecciones sobre la importancia de la escucha activa y la comunicación efectiva en nuestra relación con Dios y con los demás. Nos invita a reflexionar sobre cómo podemos ser más abiertos y receptivos en nuestra vida diaria, en nuestro trabajo, en nuestra comunidad de fe, y en nuestro propio hogar, para ser verdaderos discípulos de Cristo en el mundo de hoy.
Que La Paz de Dios sea con cada uno de ustedes ahora y siempre!
Pastor: Rev. Yumar Ferrer
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