El pasaje de Marcos 2:23-3:6 contiene dos episodios significativos que nos habla sobre el sábado y las controversias entre Jesús y los fariseos, las cuales analizaremos en las siguientes líneas.
En estos versículos, Jesús desafía las interpretaciones rígidas de la ley sabática, enfatizando la prioridad de la necesidad humana y la misericordia sobre el legalismo estricto.
Marcos 2:23-28: Los discípulos recogen espigas en el día sábado.
En este episodio, los discípulos de Jesús están caminando por los campos de trigo y comienzan a arrancar espigas. Los fariseos observan esto y acusan a los discípulos de violar la ley del sábado, recordemos que el día sábado no se podía o debía hacer nada. Jesús responde recordando una historia del Antiguo Testamento en la que David y sus hombres, en necesidad, comieron los panes de la proposición, que solo los sacerdotes podían comer. Jesús concluye con una declaración poderosa: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado. Así que el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado". Qué sabias palabras de Jesús.
Para reflexionar: Jesús está enseñando que las leyes de Dios deben servir para el bienestar y la necesidad humana, no para imponer cargas innecesarias. La observancia del sábado no debe convertirse en una carga, sino que debe ser un tiempo de descanso y renovación, reflejando el propósito original de la ley: el beneficio y la restauración de las personas. Hoy por hoy la gente no está reflexionando y poniendo en práctica esto tan necesario en la vida del ser humano como es hacer uso del tiempo de descanso, para remover nuevas fuerzas.
Marcos 3:1-6: La sanación del hombre con la mano seca.
En la sinagoga, Jesús encuentra a un hombre con una mano seca. Los fariseos están observando para ver si Jesús sanará a este hombre en el día sábado, buscando una razón para acusarlo. Jesús llama al hombre al frente y plantea una pregunta crucial: "¿Es lícito en los sábados hacer bien o hacer mal, salvar una vida o matar?" Luego, sanando al hombre, Jesús demuestra que hacer el bien y salvar vidas es compatible con la observancia del sábado. Esta acción de Jesús provoca la ira de los fariseos, quienes comienzan a tramar contra él.
Para reflexionar: Este acto de sanación en sábado subraya la enseñanza de Jesús de que el amor y la misericordia están en el corazón de la ley de Dios, lo pone al descubierto. La rigidez legalista de los fariseos contrasta con la compasión de Jesús, quien pone en primer lugar la dignidad y el bienestar del ser humano. La verdadera observancia del sábado implica actos de bondad y restauración, reflejando el carácter amoroso de Dios.
Conclusión e incitación: En ambos pasajes, Jesús redefine la comprensión del sábado, subrayando que las leyes divinas están diseñadas para promover la vida, el bienestar y la misericordia, sumando amor. Este enfoque nos desafía a priorizar el amor y la compasión en nuestras prácticas religiosas y en nuestra vida cotidiana, asi como evaluar nuestras tradiciones y normas a la luz de su impacto en la vida humana y la dignidad.
Rev. Zulema García de Rojas.
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