En este segundo domingo de Adviento deseo expresar una bendecida época de Adviento y celebración de Navidad impregnada de gozo, alegría, paz y amor en Dios encarnado en Cristo Jesús.
Hoy el Evangelio nos sumerge en un anuncio introductorio de Buena Noticia Jesucristo, Hijo de Dios que nos llena de un sentimiento muy especial. De inmediato se hace presente la profecía de Isaías en la voz de Juan El Bautista, un nuevo Profeta, muy diferente en todo. Estaba en el desierto, se vestía de una forma muy sencilla y original, comiendo alimentos conseguidos en el desierto y con voz seguramente de gran resonancia que invitaba al arrepentimiento. Muchos aceptaban su invitación y se movilizaban desde Judea y Jerusalén. Juan El Bautista les bautizaba en el río Jordán, y les expresaba que él era solamente un mensajero, detrás de él vendría el poderoso y bautizaría no con agua sino con el Espíritu Santo. El mostraba su humildad a pesar de que muchos seguidores le rodeaban y aceptaban sus enseñanzas.
El pasaje bíblico para este segundo domingo de Adviento nos enfatiza:
1.- Juan El Bautista fue un mensajero y hoy estamos llamados a ser mensajeras/os de Buenas Nuevas, anunciando con nuestras acciones que el año 2023 está por terminar y debemos despedirlo con esperanza. No permitamos que la desesperanza nos arrope. Si afirmamos creer en Jesús y su segunda venida, vamos entonces desde nuestras comunidades de fe, vecinos, familias a multiplicar este mensaje de vida, amor y paz. ¿Preguntémonos si lo estamos haciendo? ¿Si nuestro actuar eso es lo que expresa? Es decir, expresar mensaje de luz con nuestra vida.
2.- Juan El Bautista anunciaba gritando lo que él creía e invitaba al cambio de estilo de vida. Igualmente hoy nosotros estamos convocados a gritar en nuestro quehacer diario la urgente necesidad del cambio de estilo de vida, arrepentimiento, conversión real y verdadera. Nunca quedarnos en el ay ay ay cuánta injusticia nos rodea y nos ahoga. Es el momento de gritar para silenciar las voces que invitan a estar de espaldas a Dios. Que nuestros rostros, manos, pies expresen que Dios es puro amor y nos cuida y protege siempre. Ese debe ser nuestro grito también con nuestras vidas.
3.- Juan El Bautista expresa su humildad diciendo no soy digno...y está expresión enternece, pero al mismo tiempo nos interpela: ¿Cómo es nuestro actuar anunciando las Buenas Nuevas? ¿Será que caemos en la tentación de olvidar que es Dios Trino El que brinda perdón, salvación y vida eterna y se lo atribuimos a nuestras oraciones, predicaciones, oficio de sacramentos y otros? Cuidado con caer por el precipicio de un ego enfermizo y engreído. Tú, yo, nosotros somos solo sus mensajeros/as. Seamos como Juan El Bautista, instrumentos preparando el camino para nacimiento de Jesús en Navidad 2023 y su Segunda Venida que afirmamos se realizará en la fecha, hora y tiempo exclusivamente de Dios.
Recibamos gozosos la bendición de Dios Trino. Amén.
Rvda. Elisa M. De Bulmes
Pastora SIPM e IPSF
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