Hoy el evangelio de Marcos nos traslada nuevamente a la Misión que Jesús mismo nos encomienda. Cuando la Iglesia de Cristo se pone en camino misionero puede llegar a muchas partes , puede ser solidaria, puede hacer milagros con la autoridad de Aquel que nos envía, puede acompañar a los que más necesitan, como iglesia contamos con la autoridad y las instrucciones que nos da el Señor. Nuestro deber es obedecerlo. No nos hará falta nada porque Él es nuestro proveedor. Nos envía en pareja con la seguridad de que así el trabajo saldrá mejor, que la misión se cumplirá. De dos en dos porque es cuestión de apoyo mutuo, porque la misión es colectiva, porque el trabajo es de valientes y de personas que se dejan dirigir. Imagino la multiplicidad y variedad de experiencias con-vividas entre los discípulos. Días y noches llenos de satisfacciones y de muchas emociones. Tiempo para poner en práctica todas las enseñanzas del Maestro Jesús Quiera Dios que a través de esta lectura nos animemos a seguir haciendo el trabajo misionero que se nos ha encomendado y tengamos la seguridad de que la presencia y poder del Señor nos está acompañando en cada labor que emprendamos para seguir anunciando la Buena Noticia de Salvación.
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Rev Miriam Bracho
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