Lectura Bíblica: Marcos 6: 1-13
“ No pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos” (Mr. 6: 5-6 RV 1995)
El propósito de Jesús, de ir de un lugar a otro, era simplemente el de sanar, salvar y transformar vidas. Él tenía y tiene el poder para hacerlo, pero para eso, se necesita “Fe”. Es imprescindible creer en Él. No creer en Jesús, viene a ser un obstáculo para tal propósito.
Estos nazarenos y nazarenas que habían visto crecer a Jesús, sabían el oficio que Él ejecutaba, quién era su madre, sus hermanos y hermanas.
Tan sólo el hecho de pertenecer al mismo lugar donde vivían (Ser vecinos), les impidió creer en Él, por ser carpintero y haber nacido y crecido en una familia pobre, normal y común.
Tal vez, éstos pensaban que Jesús no tenía poder, ni conocimientos. Quizás, habían oído de las sanidades y milagros que había hecho en otros lugares, porque en Nazaret, Jesús sanó tan sólo, a unos pocos enfermos.
Podemos recordar esos maravillosos milagros y sanidades:
Como el de la mujer con el flujo de sangre que padeció por doce años esta enfermedad. Y apenas escuchó hablar de Jesús, de inmediato se acercó a Él, a pesar de la prohibición que había, según la ley, ella no debía estar allí, porque se consideraba inmunda o impura. Pero eso no le impidió buscar su milagro, aunque también; había una gran multitud en medio, ella hizo lo posible para llegar a Jesús, porque se dijo: “Si toco tan sólo su manto, seré salva” (Mr. 5:28. RV 1995) Y esta mujer sanó completamente, pues ella creyó en Jesús.
El otro milagro fue la resurrección de la hija de Jairo. Recordemos además, al centurión que tuvo fe, cuando al creer en la palabra de Jesús, su criado estaba paralítico y atormentado y Jesús lo sanó desde la distancia. Así también; el leproso, el paralítico que fue llevado por sus amigos a Jesús, los dos ciegos, el mudo, los endemoniados, los muchos enfermos que habían, la hija de la mujer sirofenicia y otros, fueron sanados. Éstos milagros y sanidades ocurrieron en otros lugares. Y existía el factor común en todos ellos. ¿Cuál?“Creyeron en Jesús “
La otra parte de este pasaje, Marcos 6: 7-13, donde Jesús ya no sólo iba a enseñar y a sanar a los enfermos, sino que envió a los doce discípulos, dándole varias instrucciones, y una de ellas fue: “Y si en algún lugar no os reciben ni os oyen, salid de allí y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio será más tolerante el castigo para los de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad “ (Mr. 6:11 RV 1995)
Observamos tan grande advertencia, que prometió a aquellos que no recibieran, ni oyeran a estos misioneros. Por qué? Porque al no recibir, ni oír a los discípulos, estarían siendo incrédulos. Jesús les dictó un castigo peor que el de Sodoma y Gomorra.
Sin embargo, la Biblia menciona que los discípulos obedecieron, fueron, predicaron, los hombres se arrepintieron, los endemoniados quedaron libres y muchos enfermos fueron sanados.
Todo esto nos demuestra que tanto los arrepentidos, como los sanados, creyeron en Jesús y el resultado fue victorioso
Pues, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a DIOS crea que él existe y que recompensa a los que le buscan “ (Hebreos 11:6 RV 1995)
Qué nos enseña este pasaje?
- Que es necesario creer a DIOS.
- Que si creemos en Él, seremos bendecidos.
- Y, que debemos obedecer y hacer la tarea que Jesús nos encomendó y así continuar, para cumplir con su propósito.
“Jesús les dijo: <<Vayan por todos los países del mundo y anuncien las buenas noticias a todo el mundo…>> (Hebreos 16:15 H2O. La Biblia 2.008)
Rvda Osdalys Miranda
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