"El pueblo que andaba en la oscuridad
vio una gran luz;
una luz ha brillado
para los que vivían en tinieblas. Señor, has traído una gran alegría;
muy grande es el gozo. Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha, como se alegran los que se reparten grandes riquezas. Porque tú has deshecho
la esclavitud que oprimía al pueblo,
la opresión que lo afligía, la tiranía a que estaba sometido. Fue como cuando destruiste a Madián. Las botas que hacían resonar los soldados y los vestidos manchados de sangre serán quemados, destruidos por el fuego. Porque nos ha nacido un niño,
Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz. Se sentará en el trono de David;
extenderá su poder real a todas partes
y la paz no se acabará; su reinado quedará bien establecido,
y sus bases serán la justicia y el derecho
desde ahora y para siempre. Esto lo hará el ardiente amor del Señor todopoderoso." Isaias 9; 2-7 DHH.
En medio de las turbulencias que azotan a nuestra ya herida y maltratada América Latina, volver a leer en este contexto la Palabra en el libro del Profeta Isaías 9; 2-7 adquiere un nuevo significado que nos anima a una espera activa y protagónica en la transformación de la densa obscuridad que nos envuelve, en una luz radiante que nos ilumine y nos permita andar con alegría y con dignidad "El pueblo que vivía en tinieblas vio una gran luz... Señor has traído una gran alegría..La paz no se acabará; ... y sus bases serán la justicia y el derecho."
La buena noticia proclamada en su momento por el profeta Isaías, es hoy, la esperanza de un mundo bajo el gobierno de Dios, en donde impere el amor, la justicia y la paz.
¡¡¡GLORIA A DIOS EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA PAZ!!!
LA IGLESIA PRESBITERIANA DE VENEZUELA LES DESEA UNA FELIZ NAVIDAD 2019 Y UN AÑO 2020 BENDECIDO POR EL SEÑOR
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