Para este domingo el Evangelista Juan nos presenta el pasaje conocido como Purificación del Templo. Debemos mencionar que a diferencia de los otros tres Evangelios Mateo, Marcos y Lucas quienes presentan este relato al final del Ministerio de Jesús, una semana antes de su muerte y resurrección, Juan lo presenta al principio de su Ministerio público, exactamente después del milagro en las bodas de Caná cuando convirtió el agua en exquisito vino. Estudiosos han construido diversas razones para explicar diferencia en tiempo, orden cronológico y la que más se avala es que el Evangelio de Juan fue escrito 20 años o más después de la destrucción del templo de Jerusalén. El pueblo judío sintiéndose huérfano de su Templo, Casa de Dios, debía vivir la promesa cumplida de Dios Padre enviando a su Hijo en Jesús el Mesías quien llegaba realizando signos y señales claras tales como el compartir con la familia y su pueblo en sus celebraciones Bodas de Caná y luego mostrar que también venía a defender con fuerza , valentía, rechazando lo que se estaba realizando en forma contraria a una sincera y fiel adoración a Dios, tal es el caso del templo convertido en un mercado de negocios nada honestos.
Según el evangelista, Jesús acciona movido por su pasión y amor a Dios Padre al ver como los intereses económicos prevalecen sobre el centro de todo que es Dios y más allí en su Casa de Oración.
Y...viene entonces a nuestro hoy muchas preguntas de cómo estamos viviendo nuestra adoración en nuestros templos: Nuestras liturgias reflejan una íntima relación con Dios Padre y Madre? . Son nuestros templos lugares de encuentro con Dios Padre y Madre de todos? Nuestras comunidades de fe se ocupan el uno del otro y otra, brindando solidaridad, servicio, amor sin egoísmos y mezquindades? Tratamos de acomodar a Dios a nuestros propios proyectos y no los de El?
Hoy en esta Cuaresma 2024 Jesús nos va llevando a vivir la travesía de la teología de la CRUZ, la cual no es sufrimiento , es AMOR , es VIDA, es RESURRECCIÓN y por lo tanto nuestros encuentros más que pensar en el templo de bloques y otros materiales de construcción , es el Templo vivo que es Cristo Jesús que vive en ti, en mi, en todos, en nuestros encuentros para ver, oír, sentir, palpar lo que el Evangelio nos transmite y celebrar entonces con gozo fraterno y lleno de agradecimiento por la unidad como hermanos y hermanas , plenamente seguros del Dios que nos une.
Seremos Casa de Adoración en la medida que dejemos de endiosar la edificación y vivamos la hermosa experiencia de abrimos para brindar desde nuestros corazones verdadera paz, justicia, servicio solidario, perdón, inclusión ,amor e impedir que se acune el pensamiento que muchos anuncian : valemos no por lo que somos sino por lo que tenemos. Cuidado con esto, es peor que una cruel enfermedad cuando dejamos o permitimos que en nuestras iglesias los intereses por el dinero impiden vivir la calidez de serle fiel a Dios y a nuestro prójimo. Dios nos bendiga.
Rvda Elisa M de Bulmes
Comentários