El Evangelio de hoy nos invita a reflexionar y caminar con un rayo de luz y esperanza.
A medida que pasa el tiempo y crece nuestra unión con Cristo y su iglesia, más agradecidos estamos con el Señor por habernos llamado a una vida con seguridad presente y futura.
Que hermoso llamado a Juan el Bautista de precursor, preparador del camino de la luz, la esperanza y salvación para la humanidad ( Vers 76 ) ´´ y tu niño será llamado profeta del altísimo; porque irá delante del Señor para preparar su camino ´´.
Este nacimiento trajo alegría a Zacarías y Elizabeth porque representaba el cumplimiento de una promesa que Dios había hecho.
Con el ministerio del profeta se pone en inicio la revelación del padre, de traer un nuevo día, una nueva esperanza a un pueblo esclavizado por el pecado, el dolor y la miseria espiritual, detrás de Juan venia el camino de la libertad y un renuevo de confianza. Este tiempo de adviento nos permite reflexionar que somos siervos y siervas del Señor portadores de un mensaje de Esperanza del Cristo que vive por la eternidad.
Levantémonos en gozo y alegría a preparar el camino del Señor para su segunda venida.
Aprendamos a escuchar la voz del Señor y nos levantemos para seguir pregonando el Poder del Evangelio.
A través de las lecturas del evangelio visualizamos que el Dios de la vida tiene un propósito de vida para la humanidad donde reine la fraternidad, justicia y la igualdad entre nosotros.
El Señor de la vida quiere reinar en los corazones y gobernar en la vida de las personas, que actúen como sus hijos e hijas que vivan como hermano.
Rev. Omar Díaz
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